Cenarás bien, mi Fábulo, conmigo,
en pocos dias, si los dioses te fueren prósperos.
Si trajeres contigo una buena y grande cena,
no sin una joven gentil, y vino y gracia, y todos los encantos.
Si traes todas estas cosas, te digo, mi querido amigo,
que comerás bien. Porque la cartera de Catulo tiene sólo telarañas.
Pero a cambio, recibirás amores puros de todo lo que es dulce y elegante;
porque te daré del perfume que las Venuses y Cupidos le dieran a mi muchacha;
que cuando lo huelas, le pediras a los dioses,
que te hagan, Fábulo, todo nariz.